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Preside el Card. Rivera Misa en honor a la Virgen
- 17 julio, 2017
- Posted by: Hugo Garrido
- Category: Noticias
A cien años de su tercera aparición en Fátima con motivo del Año Jubilar que se vive en la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima.En la Colonia Pro-Hogar, por el centenario de las apariciones de la Virgen María en Portugal, el cardenal Norberto Rivera Carrera presidió la Santa Misa este jueves 13 de julio.
Concelebraron la Eucaristía el Obispo Auxiliar de México, Mons. Armando Colín Cruz, el párroco Mons. Pedro Agustín Rivera y varios sacerdotes del decanato.
Al llegar al templo, el Sr. Cardenal fue recibido con aplausos por los feligreses; Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz, le dio la bienvenida a nombre de la comunidad, y le agradeció haber concedido un Año Jubilar, al tiempo en que le expresó la alegría de todos por su presencia en el marco de las actividades de la fiesta patronal.
Por su parte, en su homilía, el Arzobispo de México señaló cuatro cosas que son el centro del mensaje de la presencia de Nuestra Señora en Fátima: “En primer lugar, viene a interceder por la paz, recordemos el contexto no sólo de Portugal, sino de toda Europa en esos momentos de guerra. La Señora del Cielo quiere vernos en paz, que tengamos nuestro mundo en paz”.
Se refirió también a la violencia que estamos viviendo en estos momentos, no sólo en cuanto a la violencia organizada, sino a la violencia de todos los días en las familias, en los trabajos: “Por eso necesitamos la intercesión de la Virgen, para que venga la paz a nuestra ciudad y a nuestra patria”.
“El segundo elemento es que no sólo viene a interceder por la paz, sino a poner a Cristo en el centro de su mensaje. Nos pide expresamente que ofrezcamos todo a su hijo Jesucristo; pero para eso necesitamos conocerlo, porque nadie ama al que no conoce. Para conocer a Cristo necesitamos ese diálogo frecuente con Él en la oración, sin eso, no hay un conocimiento ni amor personal con Jesús”.
“La tercera cosa del mensaje central de Fátima –prosiguió– es que comencemos un camino de conversión, y sobre todo, que permanezcamos siempre en una actitud de conversión. Hay que saber pedir perdón por nuestros pecados, claro que también hay que pedir perdón por nuestros hermanos que han pecado, pero especialmente tengo que pedir por mí, para que me convierta y tenga vida. La conversión no sólo supone dejar el pecado, sino una adhesión firme a Dios”.
El cuarto elemento –afirmó el Arzobispo Primado–, es la consagración al Inmaculado Corazón de María: “La consagración que la Virgen viene a pedir es la misma consagración que pidió Jesús: en espíritu y en verdad. Sí, con palabras, pero también con obras, porque sin eso, nuestra consagración son sólo palabras que recitamos. Así, esta consagración es para transformación nuestra, pero también para la transformación de nuestra familia, de nuestros vecinos, de nuestro mundo y eso sólo se logra dando testimonio de Nuestro Señor muerto y resucitado. El Señor quiere que seamos personas consagradas y María viene a pedirnos que nos consagremos como Ella se consagró; no solamente le dijo sí al ángel, sino que su consagración llegó al pie de la cruz, ahí vemos a María en los momentos de dificultad y de tormento”, concluyó.
El Año Jubilar concluirá el próximo 13 de octubre. El Card. Rivera ha concedido indulgencia plenaria por este motivo, a quienes debidamente confesados, oren por las intenciones del Santo Padre, asistan a Misa y comulguen en dicha parroquia.
Cabe destacar que el 16 de octubre de 1949, el Arzobispo de México Luis María Martínez, bendijo solemnemente ese templo, que fue el primero construido a Nuestra Señora del Rosario de Fátima en la República Mexicana.
Fuente: Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México